domingo, 3 de junio de 2007

La ortografía es una actitud... la escritura también

Visto en el blog Acerca de la educación.

Lo apasionante de la escritura es la transformación, constante, de todo. Comentando y leyendo este posts en el camarote de Sil se armo un hermosa charla, que a partir de otro post de tiscar y por el deseo de responder, me llevó a buscar todos los comentarios hechos sobre el tema, editarlos, corregirlos y darle la forma de este breve escrito. Sé que solo, en mi casa, intentando escribir alguna de mis ideas, nunca hubiese podido pasar por este proceso que me enriquece profundamente. Entonces, gracias a los que me corrigen y me ayudan a construir, éste proceso se se esta convirtiendo en parte vital de mi. Gracias por ayudarme a escribir, expresar y sobre todo comunicar...nos

El fenómeno de los blogs, ha impulsado a escribir a un montón de gente que encuentra en este medio un destinatario de sus palabras, y muchos de ellos, utilizaban la escritura de modo digamos, práctico. Ajustado a fines puramente pragmáticos. Ahora podemos escribir y nos pueden leer, si teniemos en cuenta que el proceso de la escritura, es algo más complejo que lo que aprendemos en la primaria, que es un proceso permanente, podemos aceptar que estamos reaprendiendo a escribir "en la marcha". Por eso insto a mis lectores a que marquen mis errores (gramaticales u ortográficos) así construyo un aprendizaje en el cual la interacción entre escritor y lector sea realmente reciproca.
Por otro lado, muchas veces la escritura de un post es entre comidas y tiempos "robados" a otros espacios y si bien trato de controlar y revisar lo que escribo, a veces se me pasan errores que tiempo después descubro. Por suerte podemos editar los post y corregirlos.
Este medio, que facilita la reescritura y el estado permanente de los escritos como borradores, puede acercar al teórico con el escritor. Al menos esto es una de mis esperanzas al publicar en un blog. Someto a crítica lo que escribo, pero sé también, que además de crítica hay consejos, advertencias y ayudas. En este sentido también es muy bueno trabajar con estos recursos en la escuela, ya que el destinatario esta definido, es real y puede interactuar. He trabajado con blogs en el aula y cada pibe empezaba escribiendo como siempre lo hizo en sus cuaderno, a la espera de la corrección del docente y con la certeza del olvido de su tarea en cuanto comience otra actividad. Pero cuando en los comentarios, otros alumnos les pedían que se expresen mejor, que no entendían o que había faltas de ortografía, la cosa cambiaba, se hacían cargo y corregían, volvían sobre la escritura y antes de escribir otra entrada revisaban con más cuidado sus escritos. La misma dinámica puede ser puesta en juego en blogs profesionales.
Entonces como "aquellos de los que se puede aprender mucho" muchas veces tiene "TANTOS y TAN malos errores gramaticales?" y nosotros como editores colectivos, podemos hacérselos notar, en los comentarios o vía mail. Claro que será una construcción colectiva siempre y cuando quien escriba pueda sentarse a recibir palos por ello. (es mi caso, me gusta escribir pero se que no soy muy bueno aunque siento que, ahora, crezco en esto)

2 comentarios:

Verónica Pena dijo...

Álvar, el autor de este "envío", está viajando en el mismo tren que yo, haciendo el curso de web 2, con Carlos Neri y Alejandro Karpicius (o algo así).
Me pareció muy interesante su postura porque estaba dedicada a nosotros sus compañeros/lectores, a que entre todos podíamos enseñarnos como de hecho está ocurriendo, por el hecho de leerse y hacerse comentarios. Uno aprende también de lo que lee del otro, de querer conseguir para sí (gracias, curiosidad) lo que el otro supo hacer en su blog.
En este sentido, me pareció muy interesante el poner la ortografía en un mismo nivel que otros aspectos de la escritura, una cuestión técnica a resolver, sobre la que se puede pedir ayuda a otros expertos lo mismo que si uno quiere modificar el aspecto de su plantilla o aprender a manejar algo del código html.
Es decir, poner la ortografía en el lugar de la comunicabilidad, en el de un aspecto técnico a domeñar y quitarle la carga casi moral de valorización o descalificación.

SilviaS. dijo...

Guillermo: Soy Silvia, profesora de Lengua de Yatay. Ya me di cuenta de cómo publicar en Cuaderno. Acabo de hacerlo, de hecho.
Gracias por tu comentario en mi blog. Un beso