Les sugiero lean el comentario escrito por Daniel Krichman, un destacado pionero cordobés de estas nuevas iniciativas, a la entrada de Verónica.
Más allá de matices, lo primero que se me ocurrió al leerlo fue: "Se está tejiendo la red". E inmediatamente, me hizo recordar a un pequeño cuento de Ítalo Calvino, que me leyó un apreciado docente, llamado "Las ciudades y los trueques".
Espero que don Ítalo no se ofenda por esta cita textual...
Lo transcribo:
En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros, según indiquen las relaciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación. Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar entre medio, los habitantes se marchan: las casas se desmontan, quedan sólo los hilos y los soportes de los hilos.
Desde la cuesta de un monte, acampados con sus trastos, los prófugos de Ersilia miran la maraña de los hilos tendidos y los palos que se levantan en la llanura. Y aquello es todavía la ciudad de Ersilia, ellos no son nada.
Vuelven a edificar Ersilia en otra parte. Tejen con los hilos una figura similar que quisieran más complicada y al mismo tiempo más regular que la otra. Después la abandonan y se trasladan aún más lejos con sus casas.
Viajando así por el territorio de Ersilia encuentras las ruinas de las ciudades abandonadas, sin los muros que no duran, sin los huesos de los muertos que el viento hace rodar: telarañas de relaciones intrincadas que buscan una forma.
Italo Calvino
Las ciudades invisibles
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